Agotado por el frío de la puta vida diaria
esa bronca inaguantable de tu círculo vicioso,
ese estúpido vaivén,
torpe y ajeno,
impulsado por mentiras imperiales,
imperiosas mentiras impulsantes
que se incuban en el cíclico fracaso
de tu FODA pobre, insulso y añejado
el cilindro de cartón que te contiene
que te engaña con su estúpida lectura
que te empuja hacia esa lágrima que asoma
y se esconde sin sentido
por tu enojo que te daña
que te angustia y te presiona
a tirarte por la borda
lagrimada de la pasajera en trance
que no sabe de renuncios ni ascensiones
que te mira con sus ojos balbuceantes
mientras escupís a gritos la mentira
la del burdo y oxidado subibaja
que te vuelve una y otra vez al suelo
y lastima tus rodillas y tus plantas
y tus huevos
que se quedan chiquititos de impotencia
de maldita pobre pérdida sincera
que me pide que ya vuelva a mi rutina
la de aquella triste y sórdida mentira
esa bronca inaguantable de tu círculo vicioso,
ese estúpido vaivén,
torpe y ajeno,
impulsado por mentiras imperiales,
imperiosas mentiras impulsantes
que se incuban en el cíclico fracaso
de tu FODA pobre, insulso y añejado
el cilindro de cartón que te contiene
que te engaña con su estúpida lectura
que te empuja hacia esa lágrima que asoma
y se esconde sin sentido
por tu enojo que te daña
que te angustia y te presiona
a tirarte por la borda
lagrimada de la pasajera en trance
que no sabe de renuncios ni ascensiones
que te mira con sus ojos balbuceantes
mientras escupís a gritos la mentira
la del burdo y oxidado subibaja
que te vuelve una y otra vez al suelo
y lastima tus rodillas y tus plantas
y tus huevos
que se quedan chiquititos de impotencia
de maldita pobre pérdida sincera
que me pide que ya vuelva a mi rutina
la de aquella triste y sórdida mentira